El alemán Gustav Gerneth, considerado el hombre más anciano del mundo tras la muerte en enero del japonés Masazo Nonaka, tres meses mayor que él, murió en la noche del lunes en su casa de Havelberg, sólo una semana después de cumplir 114 años, informan hoy los medios.
En su cumpleaños, que celebró rodeado de su familia y que contó con la presencia del alcalde de Havelberg, Bernd Poloski, Gerneth había dicho que tenía la intención de festejar en 2020 sus 115 años, escribe el diario local ‘Volksstimme’.
“Estoy contento de haber tenido el gran privilegio de haberle podido felicitar personalmente por su 114 cumpleaños y me alegro de haberle visto de tan buen humor en su día”, dijo el alcalde.
Gerneth nació el 15 de octubre de 1905 en la hoy ciudad polaca de Szczecin, entonces todavía alemana.
Preguntado por una receta para su longevidad, Gerneth subrayaba siempre la importancia de moverse.
“No hay que sentarse sobre el trasero, eso te deja rígido”, dijo en su centenario; además le daba mucha importancia a una buena mantequilla y en su mesa no quería ver margarina, recuerda el periódico.
Era maquinista de profesión, sobrevivió dos contiendas mundiales, durante la II Guerra Mundial fue hecho prisionero y hasta su jubilación en 1972 trabajó en la central de gas en Havelberg, que cerró ese mismo año.
Su mujer, con la que se casó en 1930, murió en 1988, así como los tres hijos que tuvo con ella y una nieta, según la cadena regional mdr.