Rusia declaró hoy que Damasco debe tener el control sobre la frontera turco-siria como única forma de lograr una estabilidad sostenible en el noreste de Siria, donde Ankara ha lanzado una ofensiva militar contra las milicias kurdosirias.
“Estamos convencidos de que solo se pueden lograr una estabilidad y una seguridad sostenibles y de larga duración en esta parte de Siria, en el país y en la región, mediante el restablecimiento de su soberanía e integridad territorial”, señaló en su rueda de prensa semanal la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova.
“Eso implica la transferencia en última instancia del control sobre todos los territorios, incluida la frontera con Turquía, al Gobierno legítimo de Siria”, sostuvo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte reiteró la preocupación de Moscú por la situación en el noreste de Siria y dijo que la operación militar turca en esa región será el asunto central que tratarán los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el día 22 en la ciudad rusa de Sochi.
“Durante una reciente conversación telefónica, el presidente Putin ya expresó su inquietud por las posibles consecuencias humanitarias de esta operación”, dijo Peskov, quien recalcó que la situación en el noreste de Siria es tensa.
Peskov pidió no sacar conclusiones sobre un eventual desacuerdo entre Moscú y Ankara sobre el tamaño de la zona de seguridad que Erdogan quiere establecer a lo largo de la frontera turco-siria, dado que Turquía quiere cubrir un área de unos 30 kilómetros, mientras que Rusia favorecería una de diez kilómetros.
Hasta ahora, Rusia siempre ha abogado por que Ankara y Damasco solucionen los problemas en el noreste de Siria en base al Tratado de Adana, firmado en 1998 entre Siria y Turquía y que establece la cooperación en la lucha antiterrorista, en particular contra la extensión del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) en ambos países.
En virtud de ese acuerdo, las tropas turcas no pueden penetrar más de cinco kilómetros en territorio sirio, según Moscú.
El vicesecretario primero del Consejo de Seguridad de Rusia, Yuri Averiánov, a su vez, dijo hoy que no cree que la operación turca en Siria dure mucho tiempo.
“Parece que los objetivos que se han fijado (los turcos) no implican que la lucha dure mucho tiempo”, dijo a la agencia Interfax.
El pasado 9 de octubre, Turquía inició una invasión militar para expulsar del noreste de Siria a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de EEUU en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, pero a las que Ankara considera una organización terrorista por sus vínculos con el PKK, la guerrilla kurda de Turquía.
Lo hizo pocos días después de que EEUU anunciara el repliegue de sus soldados del noreste de Siria.