Los humanos de la Edad de Bronce enterraban a sus élites junto con personas ‘pobres’ de su entorno con las cuales no estaban emparentadas, sugiere un nuevo estudio tras analizar el ADN de restos mortales de hace 4.000 años y encontrados en cementerios familiares en Alemania, según un comunicado de la Universidad Ludwig-Maximilian, de Múnich.
Los investigadores examinaron tumbas asociadas con asentamientos en el sur de Alemania, cerca de Augsburgo, y analizaron tanto las referidas muestras de ADN como los bienes presentes en los sepulcros, que dan cuenta de la situación social de los difuntos.
El análisis de los genomas de 104 individuos enterrrados en esos antiguos cementerios en el Valle de Lech, cerca de Augsburgo, lleva a pensar que las personas biológicamente relacionadas y con un estatus superior vivían junto con otras que no eran sus parientes y que provenían de lejos, aunque pudiesen también tener una condición social elevada, según el estudio publicado en Science.
Los arqueólogos ya sospechaban que las primeras estructuras sociales jerárquicas a gran escala surgieron durante aquella edad.
Sin embargo, los resultados sugieren que dentro del propio hogar había una desigualdad más fuerte de lo que se pensaba. Aún no se sabe si los individuos ‘pobres’ eran sirvientes o esclavos.
