El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) está citado este martes a una indagatoria en la Corte Suprema de Justicia por un proceso abierto en su contra por presunto fraude procesal y soborno de testigos, caso que tiene en vilo al país por el impacto que puede tener en la política nacional.
Uribe, cuya figura divide a los colombianos entre quienes lo idolatran y quienes lo odian, tiene más de medio centenar de procesos abiertos por diferentes delitos, en su mayoría por supuestos vínculos con paramilitares y complicidad con masacres, pero irá a indagatoria por uno que puede ser considerado el menos grave de todos.
Se trata de una demanda que presentó el propio Uribe hace cinco años contra su antagonista, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo, al que acusó de buscar exparamilitares en las cárceles para usarlos como falsos testigos con el fin de que declararan en su contra, específicamente de haber fundado el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Todo comenzó con un debate que Cepeda hizo a Uribe en el Congreso el 17 de septiembre de 2014 en el que acusó al expresidente de tener vínculos con grupos paramilitares y con narcotraficantes, por lo que Uribe decidió procesarlo.