El Mundial de Atletismo en Doha, Qatar empezó con un gesto de fair play por uno de los corredores.
Se trata de Braima Suncar Dabo, de Guinea Bisáu, quien cruzo la meta llevando en su hombro derecho a su rival Jonathan Busby, de Aruba, quien se mostraba al punto de colapsar mientras terminaba la última vuelta de su serie de primera ronda de 5.000 metros.
Braima Suncar, quien cautivo a todo el público con su acto de compañerismo, termino la carrera sosteniendo a Busby en los últimos 250 metros de la prueba, entretanto el público aclamaba a modo de motivación.
Suncar, de 26 años, quien reside en Portugal, declaró que solo quería ayudarlo a terminar la carrera.
Los dos, únicos representantes de sus países en este Mundial, acabaron con más de 18 minutos, un tiempo anecdótico. Quedando Braima Suncar descalificado tras incumplir con el relglamento de la Asociación Internacional de Federación de Atletismo( IAAF), que no permite que se brinde ayuda.
´´Queria ayudarlo a cruzar la línea de meta. Creo que cualquiera en esa situación hubiera hecho lo mismo´´, añadió.
Casi cinco minutos antes, el etíope Selemon Barega ganó la primera serie (13:24.69), mientras que el joven prodigio noruego Jakob Ingebrigtsen, cuarto, se clasificó para su primera final mundial unos días después de haber festejado sus 19 años.
Ingebrigtsen fue descalificado después de su carrera, por haber pisado el césped del interior de la pista, pero el recurso noruego fructificó y fue repescado para disputar la final.
Ingebrigtsen participa en este Mundial en los 1.500 y 5.000 metros, donde el año pasado, con 18 años, consiguió un doblete de oros en el Europeo de Berlín.
