Cuando decides someterte a un aumento de senos, lo primero que intentas decidir es el tamaño a elegir. Tema que puede convertirse en un completo dilema, porque si eliges el tamaño incorrecto, de seguro no estarás satisfecha con los resultados.
Con la ayuda del cirujano elegido, tomar la decisión hará más llevadero todo el proceso. Él es quien debe evaluar, principalmente, tu anatomía: el peso, la altura, el tórax; también la piel del área pectoral y el tamaño actual de tus senos. Este es el paso más importante para saber cuál es el tamaño ideal de tus futuras prótesis.
Además, también puede ayudarte, a través de sistemas computarizados, a evaluar los tamaños de las prótesis en tu pecho (después de tomar las medidas anteriores) y así tendrás una imagen 3D de cómo se verán, sin sufrir decepciones post-cirugía.
Por ejemplo, si eres 90 A y quieres pasar a 90 B, debes elegir prótesis de 200 cc. Lo más común es elegir prótesis de entre 300 cc y 350 cc para notar cambios en el tamaño de la copa (una o dos tallas). Pero esto es una elección personal, acompañada de la recomendación del cirujano.
También existen diversos tipos de material en la prótesis que podrás elegir: algunas son hechas de solución salina, otras de gel de silicona. Unas tienen superficie texturizada, mientras que otras son de superficie lisa. En esta decisión la experiencia del doctor es muy importante.
Lo ideal es que elijas el tamaño que más se adecue a ti. Quizás tienes unas expectativas que no pueden ser cumplidas, por el espacio disponible en tus senos, por ejemplo.
Lo mejor es elegir un tamaño que no produzca efectos secundarios a largo plazo, como afecciones en la espalda, por el gran peso de las prótesis.