Jennifer Lopez se perfila para ser una de las próximas nominadas a los premios Oscar por su actuación en Hustlers, cinta inspirada en la vida de Samantha Barbash, quien amenazó a los productores con entablar una millonaria demanda por “robar su historia” y ciertas imprecisiones en las acciones de los bailarines exóticos que drogaron a empresarios en Nueva York para robarlos.
El guión de esta película está basado en el artículo publicado por la periodista Jessica Pressler en la revista New York Magazine en 2015, el cual cuenta la historia de un grupo de strippers, comandados por Samantha Barbash, que se dedicaron a estafar a los hombres ricos con los que interactuaron a principios de este milenio.
Bruno Gioffre, el abogado de la famosa estafadora, envió una carta a STX por la presunta “violación flagrante de sus derechos”, situación que podría empeorar en caso de no llegar a un acuerdo en días.
Barbash señaló que se encuentra muy molesta porque nunca fue contactada por J.Lo para explicar algunos detalles sobre su vida, lo que llevó a plasmar en la cinta diversas impresiones.
“Defenderemos nuestro derecho a contar historias basadas en hechos basados en el registro público y esperamos resolver este asunto ante un juez”, respondió un portavoz de STX, sobre la polémica que intenta despertar Samantha, que en la pantalla grande se llama Ramona.
Hace una semana Samantha Barbash explicó a TMZ que los productores le ofrecieron una mínima cantidad por los derechos de la historia, lo cual rechazó porque tiene bolsos Hermes que valen más de lo que recibiría con esta cinta.
Barbash mencionó que “básicamente robaron mi historia” cuando no aceptó el trato que le ofrecieron y agregó: “J.Lo no trabaja gratis, ¿por qué lo haría yo?”
“Básicamente difamó a mi personaje”, reiteró la bailarina exótica sobre una escena en la que Jennifer comercializa drogas en la presencia de su hijo.
Samantha Barbash, Roselyn Keo, Karina Pascucci y Marsi Rosen eran unas bailarinas exóticas que durante la crisis económica del 2008 se dedicaron a drogar y a robar a sus clientes, especialmente banqueros de Wall Street.
Estos personajes llegaron a la pantalla grande interpretados por Constance Wu, Cardi B, Keke Palmer y Lili Reinhart.
Las cuatro mujeres fueron acusadas de robo, asalto y falsificación después de una investigación de varios meses. También fue inculpada Carmine Vitolo, gerente del club nocturno RoadHouse, donde operó este grupo criminal en Nueva York.
“No sólo implicó el robo de USD 200.000, sino que comprometió la salud y la seguridad de las víctimas al darles secretamente sustancias nocivas”, indicó, según la revista Time, Bridget G. Brennan, fiscal especial de narcóticos.
Samantha Barbash y Roselyn Keo fueron condenadas a cinco años de libertad condicional; mientras que Karina Pascucci y Marsi Rosen recibieron una sentencia de cuatro meses de fines de semana en la cárcel y cinco años de libertad condicional.
Una película que ha incomodado a más de uno
La semana pasada se dio a conocer la inconformidad de las bailarinas del centro nocturno Show Palace, quienes no pudieron trabajar durante el rodaje de la cinta y tuvieron pérdidas económicas de miles de dólares.
En este establecimiento se grabó la película Hustlers, por lo que estuvo cerrado durante un largo tiempo e impidió que los empleados trabajaran reguLarmente. De acuerdo con las mismas bailarinas, las únicas que recibieron una remuneración fueron aquellas que obtuvieron un papel como extra dentro de la película.
Incluso una de las afectadas dijo en Twitter que a Jennifer Lopez “no le preocupan las bailarinas” y que no va a “ver su basura de película”.
Además la cinta fue duramente criticada en Malasia, donde además fue censurada por su “contenido obsceno” no apto para la audiencia de dicho país, ya que cuenta con imágenes relacionadas con bailes eróticos.
Esta historia no fue del gusto de la junta cinematográfica de Malasia, por lo cual decidió retirar la película. Como pretexto, mencionó que los cortes de la escena serían demasiados, ya que hay sucesos elevados de nivel y si se corta todo ya no habría qué proyectar.
“Esta película contiene demasiadas escenas con demasiado contenido obsceno excesivo y no es adecuada para la proyección pública”, dijo a la AFP el presidente de la junta, Mohamad Zamberi Abdul Aziz.
“Podemos ver los senos de las mujeres y las partes privadas de los hombres. También hay bailes eróticos que son demasiado, y escenas con drogas”, detallaron.
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