Estudiantes de al menos cinco escuelas de Hong Kong formaron cadenas humanas el viernes para llamar la atención sobre las cuatro demandas pendientes del movimiento que lleva meses movilizándose en el territorio semiautónomo chino.
Acto de rebeldía se celebró dos días después de que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunció que su gobierno retirará formalmente el polémico proyecto de ley de extradición que originó las protestas. La norma habría permitido el traslado de residentes de la ciudad a la China continental para ser juzgados allí.
A pesar de la peleada concesión, algunos manifestantes señalaron que continuarán con su resistencia porque el gobierno solo se comprometió a cumplir una de sus cinco demandas, que incluyen reformas electorales y una investigación independiente sobre los supuestos casos de brutalidad policial.
La excolonia británica fue devuelta a China en 1997 bajo el modelo “un país, dos sistemas” que prevé ciertos derechos democráticos en el territorio que no están permitidos en el resto del país. Sin embargo, en los últimos años, algunos residentes de Hong Kong acusaron a Beijing de erosionar constantemente esas libertades.
Las manifestaciones que comenzaron en junio se han vuelto cada vez más violentas, con algunos participantes arrojando bombas incendiarias y la policía empleando gases lacrimógenos, bastones y cañones de agua para contenerlos. Más de mil personas han sido arrestadas.