The Economist ha publicado el índice Safe Cities (Ciudades Seguras) de este 2019, un ‘ranking’ elaborado cada dos años por la prestigiosa revista para evaluar la seguridad en 60 urbes de todo el mundo.
El índice se deriva del promedio entre las notas asignadas a cada ciudad conforme a cuatro rubros: seguridad digital, seguridad de infraestructura, seguridad de salud y seguridad personal.
El ámbito de salud considera aspectos como las políticas medioambientales, la cobertura de los servicios médicos y la calidad del aire, el agua y los alimentos. El de infraestructura se calcula con base en factores como la disponibilidad de transporte público, la calidad de la vivienda y la gestión de desastres.
El ámbito de seguridad personal toma en cuenta aspectos como la efectividad del sistema de justicia, la cobertura policial y la estabilidad política, y el de seguridad digital considera el nivel de acceso a Internet, la probabilidad de ataques cibernéticos y otras políticas de privacidad en línea.
Las primeras 10 ciudades en la clasificación general del Safe Cities 2019 fueron establecidas de la siguiente forma:
1- Tokio (Japon)
2-Singapur
3-Osaka (Japon)
4-Ámsterdam (Holanda)
5-Sídney (Australia)
6-Toronto (Canadá)
7-Washington D. C. (EE.UU)
8-Copenhague (Dinamarca)
9-Seúl (Corea del Sur)
10-Melbourne (Australia )
Posiciones latinoamericanas
Las capitales de México, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela fueron evaluadas en este estudio, así como dos ciudades de Brasil. La mayor calificación general fue obtenida por Santiago, situándose en el puesto No.º 33 con 69,8 puntos de un máximo de 100.
Una posición por detrás le sigue la ciudad de Buenos Aires, con 69,7 puntos, y entre los puestos 40 y 42 figuran Ciudad de México (61,6), Río de Janeiro (60,9) y São Paulo (59,7). En los sitios 45, 50 y 51 se ubican Lima (58,2), Quito (55,3) y Bogotá (55,1), mientras que el puesto 59 —el penúltimo de la tabla— es el de Caracas, con 40,1 puntos.
Las capitales de Argentina, Chile y México ocuparon consistentemente las tres mayores calificaciones en todos los rubros analizados excepto en el de salud, donde ambas ciudades brasileñas subieron al podio, y en el de seguridad personal, donde la capital peruana obtuvo el tercer puesto de entre las urbes de la región.