Los incendios en la Amazonía (desafortunadamente) no son los únicos. En estos momentos también hay fuertes llamas en la sabana del centro de África: ahí se registró el 70 por ciento de los 10 mil incendios diarios promedio de agosto, según la NASA.
En Indonesia hay fuegos provocados para la agricultura y el ganado, similares a los que desataron la situación actual en la selva amazónica. Las llamas en Siberia han consumido más de 24 mil kilómetros cuadrados de bosque desde julio y en Alaska también está quemándose la tundra.
Los científicos dicen que los incendios comunes de verano han crecido por el cambio climático, sobre todo en el Ártico, y que las llamas están agravando a su vez el calentamiento global por las emisiones de CO2.