El secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, abogó este jueves durante una reunión con sus homólogos de Centroamérica en la capital panameña por encontrar una “solución regional” al problema de la migración irregular.
“Este es un reto regional. Las organizaciones criminales que estamos tratando de abordar son transfronterizas, no afectan solo a nuestras naciones y la única manera que podemos lograrlo es colaborando juntos para compartir información pero también con acciones concretas”, indicó McAleenan al inicio de la reunión.
El funcionario estadounidense aseguró que la incorporación de Panamá, Costa Rica y Colombia a este tipo de reuniones, que Estados Unidos celebra desde hace meses con los países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), “nos permite expandir nuestro impacto y abordar el flujo de extracontinentales que viven fuera de la región”.
La llegada de McAleenan a Panamá, que se enmarca dentro de los esfuerzos de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, por frenar la llegada de migrantes ilegales a la frontera sur de Estados Unidos, ha estado envuelta en polémica.
Medios estadounidenses publicaron el miércoles que McAleen busca llegar a un acuerdo de “tercer país seguro” por el que Panamá se compromete a recibir solicitudes de asilo de migrantes de África y Asia que pasan por su territorio en su camino hacia EE.UU., pero el propio funcionario dijo que no habría “ningún acuerdo específico” a negociar en este viaje.
El presidente panameño, Laurentino Cortizo, dijo el miércoles a periodistas que un acuerdo de ese tipo “no es viable” y aseguró que “los recursos presupuestarios del país (son) limitados y tenemos compromisos que cumplir con los panameños y panameñas”.
McAleenan ya llegó a un acuerdo a finales de julio pasado con Guatemala, que está siendo revisado por el tribunal constitucional de ese país y que recibió críticas porque se firmó bajo la amenaza de imposición de aranceles por parte de Trump.
Si finalmente se implementa, el trato permitiría a EE.UU. enviar a Guatemala a solicitantes de asilo hondureños y salvadoreños.
El ministro panameño de Seguridad, Rolando Mirones, anfitrión de la cita de este jueves, insistió en la idea de que se necesita una “solución regional” y pidió invitar a próximas reuniones a autoridades de Brasil y Ecuador, ya que son los países a los que inicialmente llegan los migrantes asiáticos y africanos.
“Para poder resolver este problema necesitamos que todos estén en la misma línea. Todos tenemos una responsabilidad”, añadió Mirones.
También participaron en la reunión con McAleenan los ministros de Guatemala y El Salvador y altos funcionares de Colombia, Honduras y Costa Rica.
Está previsto que haya una declaración oficial con las conclusiones de la reunión en horas de la tarde y que todos visiten el viernes el Darién, la peligrosa selva que hace de frontera natural entre Panamá y Colombia y el único punto del continente donde se interrumpe la Carretera Panamericana.
Según datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, entre enero y julio de este año atravesaron el Darién más de 17.600 personas -casi el doble de lo registrado en todo 2018, procedentes en su mayoría de Haití, Cuba, India, Camerún, Congo y Bangladesh.