Decenas de personas fueron detenidas en Biskek durante unos disturbios nocturnos que sucedieron a la detención del expresidente kirguís Almazbek Atambáyev, informaron este viernes fuentes oficiales del país centroasiático.
“Durante la noche pasada en Biskek fueron detenidos más de 40 infractores del orden público”, dijo un portavoz de la Policía local a la agencia Interfax.
Según la fuente, en los disturbios participaron cerca de 1.500 encapuchados “con actitud agresiva” y palos en las manos .
“Los manifestantes intentaron varias veces entrar en el edificio del Parlamento de Kirguistán, grandes almacenes y supermercados”, indicó.
Además, los congregados bloquearon el tráfico en algunas calles y “persiguieron a periodistas que cubrían los acontecimientos en la ciudad”, dijeron en la Policía.
La policía kirguís dispersó el día anterior otra manifestación de partidarios de Atambáyev en Biskek que demandaban la renuncia del actual presidente del país centroasiático, Sooronbai Zheenbékov.
Los efectivos antidisturbios utilizaron bolas de goma, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para obligar a un millar de manifestantes a abandonar las inmediaciones del Parlamento y de la oficina presidencial.
Atambáyev, quien presidió Kirguistán entre 2011 y 2017, se entregó este jueves a la policía tras dos días de enfrentamientos violentos entre sus partidarios y las fuerzas de seguridad.
Pese a que sus defensores intentaron bloquear la carretera, un convoy con varios coches y furgones policiales se llevó detenido a Atambáyev y a dos de sus asesores en el Partido Socialdemócrata, según la agencia Interfax.
El actual presidente de Kirguistán adelantó que su antecesor será procesado por “delitos graves” por resistirse a la autoridad al negarse a ser detenido y utilizar armas de fuego contra la policía.
“Atambáyev ha pisoteado burdamente la Constitución y las leyes de la república de Kirguistán al resistirse con la violencia armada a una investigación en el marco de la ley”, dijo Zheenbékov al intervenir en una sesión extraordinaria del Parlamento del país centroasiático.
El expresidente reconoció públicamente haber disparado contra los agentes de policía cuando estos intentaban apresarle en la tercera planta de su residencia.
A finales de junio el Parlamento kirguís retiró la inmunidad a Atambáyev que le correspondía como antiguo jefe del Estado, lo que allana el camino para su procesamiento penal.
La Fiscalía acusa a Atambáyev de enriquecimiento ilícito, apropiación indebida de terrenos, corrupción en el proyecto de modernización de una central eléctrica y liberación de un líder mafioso.
Este viernes, el abogado del exmandatario kirguís, Serguéi Slésarev, confirmó que su cliente ha sido acusado oficialmente de corrupción sin ofrecer más detalles del caso.