La Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional ratificó la prisión preventiva a tres ejecutivos de la Corporación de Crédito Rona S.A, acusados de un fraude financiero por alrededor de 300 millones de pesos.
El tribunal de alzada, al conocer de la variación de coerción impuesta por el juzgado de primera instancia a los hermanos Luis Felipe Romero Navarro, Juan Felipe Romero Navarro y Elucipio Romero Navarro, estableció que no han variado los presupuestos que sustentan la prisión preventiva que le fue impuesta.
Los jueces habían acogido la solicitud del Ministerio Público, representado por la procuradora de Corte, Yeni Berenice Reynoso, quien adujo que en vista de la gravedad del caso que afectó a decenas de ahorrantes y que no han variado los presupuestos, se imponía mantenerles la prisión a los encartados.
En esa entidad se urdió una trama que comprendía fabricación de préstamos ficticios, no registro de certificados financieros, falseo de estados financieros, doble contabilidad y ocultamiento de informaciones a las autoridades monetarias.
El abogado césar Amadeo Peralta, representante legal de 26 estafados con el fraude calificó el fallo de justo y apegado al derecho.
El jurista, especialista en delito financiero, espera que esa decisión sirva de referente a venideros casos sobre estafa financiera, ya que a su juicio es un ilícito penal que atenta contra los ahorros de por vida de personas que han confiado en el sistema financiero nacional.
Están acusados de constituirse en asociación de malhechores para cometer fraude bancario a través de la comisión de los citados tipos penales.
Se les atribuye falsear acta de asamblea, robo de identidad y estados financieros, con los que se generó un déficit de 164 millones, 901,751 pesos y el 86% de la cartera de préstamos tenía déficits por $158, 496,351.00.
Según la acusación, más del 75% de los préstamos que registraba la intervenida Corporación de Crédito Rona S.A eran ficticios y para tratar de salvar la situación las autoridades monetarias se reunieron en varias ocasiones con sus directivos, pero cada día se acrecentaba más el problema de iliquidez.