Tokio, 20 jul (EFE).- El presunto autor del incendio premeditado en un estudio de animación de Japón que dejó al menos 34 muertos habría perpetrado su ataque motivado por el rencor hacia dicha firma por robarle supuestamente una idea, señalaron hoy las autoridades locales.
El sospechoso de haber provocado el incendio es un hombre identificado por la policía como Shinji Aoba, de 41 años, quien permanece hospitalizado y bajo custodia policial tras sufrir quemaduras durante el incendio que causó prendiendo fuego a gasolina en el edificio.
Según los nuevos detalles de la investigación publicados hoy por los medios nipones, un hombre con aspecto similar a Aoba fue visto en los aledaños de la sede de Kyoto Animation por diferentes vecinos de la zona durante varios días antes del incidente, por lo que la policía cree que planeó su ataque con antelación.
Además, en el momento de ser aprehendido por las autoridades el hombre gritó que había quemado el edificio porque el estudio le robó o copió la idea de una supuesta novela, según informó hoy la televisión estatal nipona NHK.
Otros testigos presenciales también señalaron que Aoba dijo algo parecido en el momento en que prendió fuego a los estudios de dibujos animados Kyoto Animation.
La policía informó de que Aoba nunca trabajó para este estudio de animación, y por el momento no ha podido confirmar si el sospechoso publicó alguna vez una novela.
Aoba cuenta con antecedentes penales por un robo en 2012 que le valió una condena a cárcel, y tras cumplir esta pena sufrió una enfermedad mental y recibió asistencia de un programa estatal para antiguos reclusos, añadieron las autoridades niponas.
El sospechoso fue inicialmente hospitalizado en Kioto aunque fue trasladado hoy a otro centro médico de Osaka para recibir un tratamiento especial para las quemaduras graves que padece, según la policía, que está a la espera de que se recupere de sus heridas para interrogarle.
Según la versión de testigos presenciales, Aoba irrumpió en el estudio el pasado jueves al grito de “Os voy a matar”, vertió un líquido inflamable y le prendió fuego. La policía cree que se aprovisionó del combustible en una gasolinera cercana, donde un hombre cuya descripción encaja con la del sospechoso compró 40 litros de gasolina que colocó en dos bidones.
El incendio, uno de los más trágicos acaecidos en Japón en las últimas décadas, dejó 34 muertos, la mayoría de ellos al quedar atrapados en una escalera cuando intentaban salir a la azotea, y un número similar de heridos, entre ellos una decena de gravedad.