La joven que lamió un helado la semana pasada y lo devolvió a la nevera del supermercado está en serios problemas. Un video publicado en la red social Twitter hizo saltar las alarmas hasta que el incidente llegó a oídos de la propia marca de nieves Blue Ball Creameries.
Cuando la policía se puso en busca y captura de la mujer y del joven que la acompañaba (y que grabó el video viral), encontró que los hechos habían ocurrido en un Wallmart de Lufkin, Texas. Ahí la joven -aún no identificada- se reía mientras pasaba su lengua por el postre, volvía a cerrar el envoltorio y lo retornaba a la nevera del establecimiento.
Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del Walmart pero no fue fácil dar con el paradero de los jóvenes. Gracias a un usuario de redes sociales, los investigadores descubrieron que la chica (menor de edad) es de San Antonio. Estaba en Lufkin porque es donde reside su novio.
Hasta llegar a esa conclusión, la policía encontró un obstáculo. Cuando buscaban a la joven por redes sociales,aparecían al menos seis resultados. Además, una de esas chicas -que no era la sospechosa- se había adjudicado la hazaña. “Sí, de verdad lo hice” -mintió la usurpadora. “Ahora pueden llamarlo helado de Gripa Bell porque estuve muy enferma la semana pasada. Haz lo mismo y publícalo. A ver si podemos comenzar una epidemia (literalmente) “.
Una vez detenida, la joven se podría haber enfrentado a 20 años de prisión y hasta diez mil dólares en multas. El código penal de Texas recoge lo que la compañía Blue Ball tachó de “malicioso” como un cargo criminal de segundo grado por manipular un producto de consumo.
Sin embargo, la policía decidió dejar el caso de la menor a discreción del sistema de justicia juvenil. Respecto al novio, aún no hay nada decidido. Policías y abogados aún estudian su implicación en el caso.
La policía del lugar ha coordinado la investigación con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Por su parte, como medida preventiva, la compañía ordenó retirar del refrigerador de la tienda los productos, una mezcla cremosa de vainilla con trazos de dulce de leche y cacahuate tostado.