Los temblores que sufrió la canciller alemana Angela Merkel mientras recibía al presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, se debieron, según explicó ella misma, a un supuesto problema de deshidratación. EFEsalud ha hablado con un especialista sobre este síntoma
Para empezar, Gregorio Baz explica que el temblor es una manifestación o síntoma “muy frecuente” en la práctica clínica diaria.
En función de la edad, condición basal de la persona o patología previa puede indicar una enfermedad sistémica o una condición puntual que no represente significación clínica importante.
Los temblores son contracciones y relajaciones musculares involuntarias, muy rápidas de un grupo muscular determinado (cabeza, manos, miembros, cuerdas vocales) o generalizados en todo el organismo, de forma rítmica.
El origen de los temblores puede ser fisiológico, que es el más frecuente, ante determinado estímulo externo, como puede ser un cambio de temperatura.
También se producen por temor ante determinadas situaciones de pánico que se presenten en nuestra vida o crisis de ansiedad (temblor psicógeno).
Hay además temblor esencial
Temblor por enfermedad de Párkinson.
O temblor por ataxias, relacionadas con el cerebelo, más infrecuentes como la Ataxia de Friedreich o espinocerebelosas.
Otra causa puede ser farmacológica, por efectos secundarios de determinados fármacos que afecten el Sistema Nervioso, así como tras la intoxicación por ingesta de alcohol, ya que afecta al órgano del equilibrio desde consumos tempranos.
Determinados trastornos hormonales como afectación tiroidea, en el hipertiroidismo, pueden producir temblor.
Hay que identificar la causa que lo origine y realizar un correcto diagnóstico clínico para instaurar el tratamiento adecuado en cada caso.
Y en el caso de intoxicaciones farmacológicas, defiende el especialista de Semergen, al suprimir el fármaco, mejorarán los síntomas.
Cuando el trastorno es hormonal, se tiene que corregir el exceso hormonal tiroideo .
Si la causa es la fiebre, utilizaremos antitérmicos y tratar la infección subyacente.
En el temblor esencial y psicógeno, hay que tranquilizar al paciente, informarle de que no se trata de una enfermedad de Parkinson o potencialmente grave, sino de una enfermedad benigna, existiendo en el temblor esencial un componente hereditario, para el que hay fármacos eficaces.
En función del origen, la sospecha de padecer una enfermedad del Sistema Nervioso Central será más grave, pero en la mayoría de los casos tendrá un origen fisiológico o benigno y por lo tanto serán leves.
Según el especialista consultado, se pueden también clasificar en función de la localización, la frecuencia, la amplitud, la duración del síntoma.
Una correcta exploración física y neurológica dará el origen, sin recurrir a pruebas sofisticadas.
Por sus características pueden ser:
Temblor de reposo, que se intensifica por la situación emocional y actividades mentales (leer el periódico, conversar).
Cesa con el movimiento pero se reanuda cuando la parte afectada vuelve al reposo. El ejemplo típico es el párkinson.
Temblor postural. Se observa cuando se conserva una posición particular por un tiempo. Ocurre en el temblor esencial.
Temblor de acción. Producido por cualquier tipo de movimiento voluntario y se intensifica al comienzo, durante o al final del movimiento.
Ocurre en enfermedades cerebelosas. Ejemplo el temblor en la escritura o con la voz
Temblor de Holmes .Ocurre en las enfermedades neurodegenerativas por lesión del Sistema Nervioso Central .
Temblor distónico. Como la tortícolis espasmódica.
Temblor neuropático. Ocurre en neuropatías desmielinizantes.
El origen genético de los temblores, explica el doctor Gregorio Baz, es más infrecuente.
Este sería producido por oscilaciones neuronales anormales dentro de las vías de conexión de la corteza motora, ganglios basales y tálamo.
Su etiología responde a la destrucción de las células nigroestriales.
Se cree, afirma el especialista, que en el temblor esencial se debe a la intensificación de las oscilaciones olivocerebelosas que llevan a la corteza motora a través del cerebelo y del tálamo.
El temblor de intención se debería a una lesión de las áreas nucleares cerebelosas o sus vías de conexión hacia el tálamo contralateral.
A través de las vías corticoespinales se transmiten las oscilaciones respectivas a las células del asta espinal anterior, cuyo patrón de inervación modificado provoca el cuadro clínico de temblor.
Según Baz, como todo signo o síntoma, hay que hacer un diagnóstico diferencial para descartar enfermedades sistémicas o potencialmente graves .
En la encefalopatía hepática ocurre el flapping tremor o temblor aleteante.
Un síntoma adrenérgico que puede ocurrir en la hipoglucemia es el temblor por actividad del sistema nervioso simpático de finalidad compensadora, ocurriendo en los pacientes diabéticos por exceso de insulina o antidiabéticos orales, por mal funcionamiento pancreático.
O el ya comentado fallo del Sistema Nervioso Central o cerebeloso.
También está la alteración por hiperfunción de la médula en la glándula suprarrenal que ocurre en el feocromocitoma, por exceso de catecolaminas.
La hipercapnia o aumento de CO2 en los tejidos y la sangre puede producir síntomas neurológicos como el temblor. Puede verse en la insuficiencia respiratoria.
En el aumento de la actividad tiroidea, Hipertiroidismo, también se ve este fenómeno. Actúan de forma supranormal cantidades de T3 y T4.
En la hipomagnesemia o falta de Magnesio por aporte insuficiente, mala absorción intestinal o eliminación excesiva por afectación de la vía digestiva o el alcoholismo.