Washington.- La Iglesia Católica de EE.UU. invirtió más de diez millones de dólares entre 2011 y 2018 para bloquear cambios legislativos que estaban siendo acometidos por ochos estados con el fin de ampliar el tiempo de prescripción en delitos de abuso sexual, denunciaron este miércoles tres despachos de abogados.
Según un informe elaborado por los bufetes “Abraham, Watkins, Nichols, Sorrels, Agosto y Aziz”; “Williams Cedar”; y “Seeger Weiss” la Iglesia destinó un total de 10,6 millones de dólares para cabildear en ocho estados del noreste de EE.UU. con el objetivo de que sus congresos no sacaran adelante ese tipo de reformas legislativas.
En un período de siete años, los estados de Pensilvania, Nueva York, Connecticut, Nueva Jersey, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Maine y Rhode Island evaluaron la posibilidad de ampliar el tiempo de prescripción de ese tipo de delitos, lo que habría permitido juzgar a numerosos clérigos acusados de haber abusado sexualmente de menores hace décadas.
“Las actividades de cabildeo de la Iglesia contrastan con sus declaraciones públicas sobre la necesidad de apoyar y ofrecer una conclusión a los supervivientes”, denuncia el informe.
El estado donde esta presión fue más intensa fue Pensilvania, donde, según los datos recopilados por estos bufetes de abogados, la Iglesia llegó a invertir un total de 5,32 millones de dólares para paralizar una ley que, tras ser aprobada el pasado 10 de abril por la Cámara de Representantes estatal, espera ser votada en el Senado.
Precisamente, este estado ha sido el centro del escándalo de los presuntos abusos por parte de religiosos en EE.UU., después de la publicación, en agosto del año pasado, de un informe judicial en el que se denunciaban miles de casos de abusos a menores por parte de miembros del clero.
En el estado de Nueva York, que el pasado 14 de febrero aprobó la conocida como Ley de Víctimas Infantiles, la inversión del clero fue de 2,9 millones de dólares.
En Nuevo Hampshire, donde el gasto en labores de cabildeo fue de apenas 134.345 dólares, por el momento no se ha presentado ninguna propuesta legislativa en firme.
Después de la difusión del informe judicial en Pensilvania, cerca de 50 diócesis de todo EE.UU. han publicado listas con nombres de más de 1.200 curas acusados de abuso sexual a menores.
La Conferencia Episcopal de EE.UU. ha anunciado desde entonces un plan integral para abordar la “catástrofe moral” que sufre el seno de la Iglesia estadounidense tras el escándalo de abusos sexuales a menores destapado en Pensilvania. EFE