El Gobierno de Puerto Rico demandó al fabricante Toyota por vender en la isla caribeña automóviles con sistemas de airbag instalados por la empresa japonesa Takata, presuntamente defectuosos.
La demanda, una copia de la cual fue suministrada este jueves a Efe por el Ejecutivo puertorriqueño, fue presentada ante el Tribunal de Primera Instancia por la secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez, en representación del Gobierno.
En la demanda, de 18 páginas, el Ejecutivo que lidera Ricardo Rosselló indica que Toyota falló al divulgar los riesgos de esos airbag, además de asegurar que el fabricante de automóviles violó la ley.
El Gobierno puertorriqueño subraya que la explosión de los infladores de airbag de nitrato de amonio fue la causa de 250 lesionados en Estados Unidos y 43 en la isla caribeña, el primero en 2012 pero sin consecuencias fatales.
“A pesar de su conocimiento, Toyota ocultó y no reveló a los consumidores los riesgos incorporados en sus ‘aibarg’, además de participar en la comercialización engañosa de las características de seguridad de sus vehículos”, indica la demanda del Ejecutivo de San Juan.
La demanda subraya que dadas las condiciones de alta humedad y temperaturas de Puerto Rico sus residentes han sufrido un riesgo significativamente mayor de combustión, ruptura y lesiones graves o muerte causado por los airbag de amonio.
Ese mayor riesgo en Puerto Rico a causa de las condiciones climáticas había sido revelado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, en inglés) y era conocido por la empresa, según la demanda.
Incluso, se subraya, Toyota, a pesar de tener conocimiento de la situación, continuó usando los infladores de airbag de Takata en algunos de sus automóviles de 2017.
El Gobierno alega que Toyota conocía desde 2008 el peligro de los airbag de Takata.
El vicepresidente y director general de Toyota Puerto Rico, Dan Swartz, dijo en declaraciones escritas sobre la demanda que la compañía continúa centrada en resolver el problema para sus clientes “de la forma más rápida”.
El directivo asegura además que mientras tanto se revisará la demanda presentada por el Gobierno local.
El escándalo de los airbag de Takata, que llevó a la quiebra a la compañía en junio de 2017, se inició en 2008 cuando varios fabricantes de automóviles empezaron a hacer llamadas a revisión para reparar los airbag que explotaban en el momento de activación.
Los airbag habían sido producidos por Takata en México utilizando nitrato de amonio en los infladores.
Ese gas es inestable con el paso del tiempo y en condiciones de elevada humedad y temperatura, lo que causa la explosión de los infladores en el momento de activación del airbag.