“En el mundo del narco, si no te cogen, te matan”, fue una de las últimas frases que pronunció un arrepentido exmiembro del Cártel de Sinaloa, quien pagó con su vida los costos de traficar drogas.
Los narcos deben de cuidarse las espaldas de sus rivales, la policía e incluso de su propia gente. Ésto explica el final (casi) trágico de sus días.
Así terminaron los grandes narcos sus días de gloria.
Joaquín “El Chapo” Guzmán
En narcotraficante más buscado en el mundo fue recapturado el 8 de enero del 2016 en Los Monchis, Sinaloa, y llevado en helicóptero a la prisión del Altiplano, de donde escapó en 2014 tras ser arrestado en un balneario en Mazatlán.
En 2018 fue extraditado a EEUU, donde después de tres meses de juicio, 56 testigos, fotografías, grabaciones y mensajes de texto interceptados, al jurado no le quedó ni una duda razonable sobre que Guzmán Loera era un criminal. Fue encontrado culpable de 10 cargos.
Jesús Salas Aguayo “El Chuyín”
Para las familias enteras de Villa Ahumada, Chihuahua, Jesús Salas “El Chuyín”, líder del Cártel de Juárez, representaba el infierno, pero para la mayoría del pueblo era la salvación.
El narco, de 42 años, fue relacionado con homicidios, robo de hidroarburos, tráfico de armas y drogas. Actualmente se encuentra recluido en el Centro de Readaptación El Altiplano.
Servando Gómez “La Tuta”
Antes de ser el líder de la célula delictiva Los Caballeros Templarios, Servando Gómez “La Tuta” fue maestro de escuela, y hasta 2010 percibía 58 mil 811 pesos de ingresos brutos mensuales, sin impartir clases.
Pese a que sus nexos con la droga datan del 2001, al estar dentro del Cártel del Golfo, fue hasta 2015 que un tribunal confirmó el auto de formal prisión contra el líder por su responsabilidad en actos de delincuencia organizada, privación de la libertad y robo calificado.
Heriberto Lazcano, “El Z-3”
Hasta la fecha de su muerte en 2012,el líder del Cártel de Los Zetas fue considerado el segundo capo más buscado de México. Heriberto Lazcano,se instaló en infantería del Ejército mexicano en 1991 a la edad de 17 años. Pero siete años después (1998) solicitó su baja del Ejército para unirse de inmediato a Los Zetas.
Durante seis años lideró la célula delictiva que defendió hasta la muerte. Según reportes, Lazcano perdió la vida el 7 de octubre de 2012 en una riña entre policías y narcos.
El 8 de octubre, un comando armado robo el cuerpo del narco antes de realizar la autopsia, por lo que su muerte quedó tan nimbada de misterio como su vida.