La Administración de Aviación Federal de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) espera que el fabricante Boeing presente en los próximos días una corrección de su software y una actualización de la capacitación para el modelo de avión 737 MAX, involucrado en dos accidentes mortales en los últimos meses.
En una audiencia en el Congreso, el jefe interino de la FAA, Dan Elwell, señaló que Boeing enviará la propuesta de rectificación del funcionamiento del software a la agencia estadounidense “más o menos en la próxima semana”.
“Solo permitiremos que ese modelo reanude los vuelos en EE.UU. cuando los análisis de los hechos y los datos técnicos de la FAA indiquen que sea absolutamente seguro hacerlo. Es importante que lo hagamos bien”, apuntó Elwell.
El máximo cargo de la agencia de aviación enfrentó las preguntas y críticas de los miembros del Comité de Infraestructura y Transporte de la Cámara de Representantes de EE.UU., que mostraron sus inquietudes respecto al futuro del modelo afectado.
“Todo el mundo está mirando y la FAA y Boeing deben hacerlo bien”, subrayó el presidente de ese comité, el demócrata Peter DeFazio.
Otro de los integrantes del mismo comité, el demócrata Rick Larsen, aseguró que la FAA “tiene un problema de credibilidad”, por lo que dijo que “necesita tomar medidas para restablecer la confianza del público”.
La comparecencia de Elwell llegó horas después de que el diario The New York Times informase de que los pilotos de American Airlines exigieron en noviembre pasado a los ejecutivos de Boeing que trabajaran urgentemente en una solución en el modelo 737 MAX después de un primer siniestro en Indonesia.
En una reunión a puerta cerrada, los pilotos de la compañía incluso argumentaron que Boeing debería presionar a las autoridades aeronáuticas para que tomasen una medida de emergencia, aunque ello significase la puesta en tierra de los modelos Boeing 737 MAX.
Los ejecutivos de Boeing se resistieron, según las fuentes del Times, quienes argumentaron que no querían apresurar una solución y dijeron que esperaban que los pilotos pudieran manejar los aparatos sin problemas.
Los accidentes de los vuelos 610 de Lion Air, en octubre de 2018, y del 302 de Ethiopian, este pasado marzo, han provocado una crisis en la empresa aeronáutica, que ha interrumpido las entregas del avión 737 MAX, vetado en los espacios aéreos de prácticamente todo el mundo y que ha alterado las operaciones de numerosas aerolíneas.
Boeing ultima ahora un paquete de mejoras que incluyen una actualización de software para esta gama de aviones y aún debe ser aprobada por las autoridades, en un esfuerzo por “devolver el 737 MAX al servicio y recuperar la confianza de los clientes, los reguladores y la gente que vuela”, indicó la compañía.