Sonriente y con una actitud relajada, Isabel Martínez llegó en julio de 2017 a la corte de Georgia después de haber confesado que asesinó a su esposo y a cuatro de sus hijos a puñaladas. Su imagen causó conmoción en Estados Unidos y en México por la frialdad que mostró a pesar de que en su contra existían varios delitos. A dos años del tétrico caso,un juez decidió condenar a la mexicana a cadena perpetua.
La Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Gwinnett informó que la mujer originaria de Michoacán se declaró culpable de cinco cargos de homicidio, por lo que deberá pasar el resto de su vida en la cárcel.
Univisión agregó que a su sentencia le sumaron 21 años más de prisión por los delitos de agresión agravada y crueldad infantil en tercer grado.
La vida de la familia hispana parecía normal y feliz, o eso declararon sus vecinos después de que Isabel Martínez fue detenida durante la madrugada del 5 de julio del 2017, cuando llamó al 911 para confesar que mató con un cuchillo de cocina a su esposo Martín Romero, de 33 años, y a cuatro de sus hijos: Isabel, de 10 años; Dakota, de 7; Dylan, de 4, y Alex, de 2.
La Policía de Loganville halló los cuerpos de los niños y del hombre en la casa de Isabel, así como a Diana de 9 años, que sobrevivió al ataque de su madre y fue trasladada al hospital pediátrico Children’s Healthcare of Atlanta, donde estuvo internada por tres semanas. Después quedó al cuidado de su tío paterno, Antonio Romero.
Cuando se recuperó, la niña declaró que su madre le pidió perdón antes de atacarla y que le dijo: “vas a ir al cielo a ver a Jesús”.
La familia se había mudado de Illinois a Georgia un mes antes del crimen y, de acuerdo con los vecinos, la madre se encontraba deprimida por la muerte de su padre.
Según algunas versiones, la madre habría estado afectada por no poder viajar a México para el funeral de su padre, porque su situación era ilegal en EEUU.
Este acontecimiento provocó una profunda depresión en Isabel, quien tuvo que recibir atención médica.
Su madre, María Elena Martínez, se enteró de los asesinatos por redes sociales y contó a Univisión que ella y otras dos de sus hijas padecen o han padecido enfermedades mentales: “es una enfermedad nerviosa”, reiteró.
Isabel Martínez se presentó a la corte de Georgia sonriente y actitud tranquila, además declaró “mis abogados son la gente por la que estamos luchando. Es la esperanza de todos los pueblos. Siempre va a ser la esperanza porque es lo último que muere. Yo estoy representando a la gente humilde, a la gente trabajadora, a la gente que sufre, a la gente que tiene muchos cargos para que vean que todo es posible con la ayuda de Dios”.
A dos años, esta mujer de origen michoacano ya conoce su castigo por haber asesinado a su esposo y a cuatro de sus hijos.