La Justicia chilena inició este martes el proceso de formalización de una investigación contra el cineasta chileno Nicolás López por cinco hechos delictivos de carácter sexual, entre ellos dos violaciones y reiterados abusos, informó la Fiscalía.
La fiscal Lorena Parra expuso los antecedentes al tribunal durante más de tres horas, en una audiencia que continuará el próximo martes, cuando se definirá qué medida cautelar impone la Justicia al imputado -la Fiscalía solicitó prisión preventiva- así como el plazo de la investigación.
A López se le imputan cinco hechos delictivos, entre ellos dos violaciones, reiterados abusos y un delito de ofensas al pudor.
“La libertad del imputado resulta peligrosa para la seguridad de la sociedad”, defendió Parra ante el Tribunal.
El primero de los delitos imputados a López fue presuntamente cometido el 13 de octubre de 2004 en una habitación del Hotel Marina del Rey en la ciudad de Viña del Mar (en la costa central de Chile), donde supuestamente el cineasta violó a una joven de 17 años.
El segundo delito imputado fue fechado en el año 2012, en el Restaurante Liguria, en Santiago, en medio de la fiesta de celebración por el estreno de la película “No”, donde se le imputa el haber tomado fuertemente los senos de la víctima en presencia de otras personas, constituyendo el delito de ofensas al pudor.
El tercer delito por el que fue formalizado el director de cine corresponde a hechos ocurridos entre los años 2015 y 2016, en dependencias del departamento de López y en un vehículo, constituyéndose a juicio de la Fiscalía delitos de abuso sexual reiterado y de violación.
El cuarto hecho formalizado también ocurre en dependencias del hogar del imputado, en el año 2015, donde la víctima denuncia un delito de abuso sexual.
El quinto delito imputado corresponde a un hecho de noviembre de 2016, en el domicilio del imputado, donde se le atribuye participación en el delito de abuso sexual.
López ha dirigido algunos de los éxitos más taquilleros del cine chileno, como “Sin filtro” (2016) y “No estoy loca (2018)”.
El director dijo a la prensa estar “muy tranquilo” y dispuesto a probar su inocencia.