Un nuevo corte intempestivo de luz se registró este domingo en varias regiones de Venezuela en el séptimo día consecutivo de interrupciones del suministro y después de que el régimen denunciase por quinta vez un “sabotaje” al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que desde el día 7 ha presentado numerosas fallas.
Cerca de las 9.40 (hora local, 13.40 GMT), el fluido de energía se vio interrumpido en la capital venezolana que, casi en su totalidad, había recobrado el servicio tras el apagón ocurrido la noche del sábado.
Esos apagones dejaron a oscuras durante varias horas a 21 de los 23 estados de Venezuela según reportes de medios locales y se han extendido por más de 48 horas consecutivas en estados como Mérida, Zulia y Trujillo, aseguraron testigos a Efe.
NetBlocks, una organización que estudia la seguridad en la red, reportó la afluencia del tráfico de datos en Internet, que revela las bruscas caídas por las interrupciones de la energía.
El pasado lunes dos apagones dejaron completamente a oscuras el país, comenzando una serie constante de interrupciones de mayor o menor duración que se mantiene hasta el momento.
La versión oficial de este vaivén de la energía responsabiliza a la oposición venezolana y a la Administración de Estados Unidos por “atacar” el SEN con métodos electromagnéticos, mecánicos, fusil de larga distancia e incendios. La dictadura también ha admitido una falla en el sistema aunque como consecuencia de los supuestos “ataques terroristas” previos.
La fluctuación de la energía ha afectado también el suministro de agua potable, que escasea en todo el país petrolero, en tanto que los servicios de telefonía o internet han sufrido las consecuencias de las constantes interrupciones de energía.
La oposición venezolana, por su parte, culpa al Gobierno y a la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec) por el aumento de estos apagones que comenzaron hace una década y se fueron haciendo frecuentes especialmente en regiones lejanas a Caracas.