Brasilia. – El jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido como presidente del país por medio centenar de naciones, se reunirá hoy en Brasilia con embajadores de esos Gobiernos, antes de entrevistarse con el mandatario Jair Bolsonaro.
El encuentro con los embajadores será su primer compromiso en la capital brasileña, a la que llegó procedente de Bogotá, a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Colombiana.
Guaidó salió de Venezuela por tierra hacia Colombia el pasado viernes, pese a que la Justicia le dictó una prohibición de salida del país por una investigación relacionada con su proclamación como presidente interino, el pasado 23 de enero, una vez que la Asamblea Nacional declaró “usurpador” al mandatario Nicolás Maduro.
En Colombia, encabezó las movilizaciones que el sábado intentaron llevar a Venezuela la ayuda humanitaria donada por varios países y acopiadas en la ciudad de Cúcuta, que fracasaron en medio de serios incidentes debido al cierre de fronteras ordenado por Maduro.
Lo mismo ocurrió en los límites con Brasil, donde se han quedado varadas unas 200 toneladas de alimentos y medicinas donadas por el Gobierno de Bolsonaro y por Estados Unidos.
Los representantes de Guaidó en Brasil aún no han precisado hasta cuándo permanecerá en el país ni si tiene previsto regresar desde la capital brasileña a Caracas.
Aunque el propio Guaidó ha dicho que piensa volver a su país esta misma semana, la Asamblea Nacional le ha autorizado a estar fuera de Venezuela por un lapso mayor de cinco días, por lo que su viaje se podría prolongar e incluir visitas a otros líderes suramericanos.
Brasil es miembro del Grupo de Lima, foro de países americanos que exige la salida de Maduro y que este lunes celebró una reunión en Bogotá, con presencia de Guaidó, en la que se comprometió a seguir trabajando por la “redemocratización” de Venezuela.
Esa plataforma también volvió a rechazar la posibilidad de una intervención militar en Venezuela y reiteró su exigencia de que sean celebradas elecciones “libres” en el país, bajo supervisión de la comunidad internacional. EFE