El empresario Antonio Taveras Guzmán inició hoy frente a la Puerta de la Misericordia, en la zona colonial, lo que definió como una campaña nacional contra la “reelección del presidente Danilo Medina” y de todos los políticos que representan la continuidad de la inseguridad ciudadana, el desempleo, la corrupción y la falta de institucionalidad.
Taveras Guzmán afirmó, a través de un comunicado, que asumía la iniciativa en su condición de dominicano y empresario cansado de los altos niveles de degradación a los que el liderazgo político tradicional ha sometido a la República Dominicana.
El expresidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH) utilizará para su propósito el autobús “No a la Reelección”, con el cual visitará las principales provincias del país con el objetivo de promover una gran unidad ciudadana en contra de la reelección y los daños que históricamente, aseguró, esta ha provocado al pueblo dominicano.
La primera parada de la campaña “No a la Reelección” en defensa del país, será la provincia Espaillat, donde el equipo de Taveras Guzmán pretende honrar la tradición de trabajo y honestidad de la comunidad de sus padres y el ejemplo que han hecho de Moca, una cuna de la democracia y tumba de tiranías.
“El pueblo ha despertado y se movilizará en las calles de todo el país contra el actual régimen de corrupción e impunidad. Somos millones los que pensamos y sentimos lo mismo. Estamos listos para decirle a Danilo Medina y todos sus socios ‘no a la reelección'”, afirmó.
De acuerdo a la información, el empresario dio inicio a su campaña acompañado de familiares, empresarios, activistas sociales y jóvenes de diferentes sectores.
Taveras Guzmán dijo que la reelección significa endeudar a todo el país para financiar las campañas de políticos y funcionarios corruptos; crisis financiera, aumento de los impuestos y del costo de la vida.
A su juicio, para mantenerse en el poder, los corruptos son capaces de desaparecer en un instante a miles de técnicos de la Junta Central Electoral; arruinar los mecanismos de cómputo de votos; y realizar los más infames fraudes contra la voluntad popular.