Exhibición de armas de fuego, consumo de cerveza y otras sustancias, lluvia de malas palabras, así como la vigilancia de un fuerte dispositivo militar matizaron los entierros, por separados, de tres jóvenes que fueron muertos en una balacera, en el sector Simón Bolívar, Distrito Nacional.
Dos de los cadáveres fueron sepultados en el cementerio de Cristo Rey, en el Distrito Nacional y otro en Montecristi.
El primero en ser sepultado fue Manuel Enrique Bonifacio Bueno, en medio de un fuerte dispositivo policial en el cementerio de Cristo Rey. Cientos de amigos acudieron a su sepultura.
Hora más tarde y en el mismo camposanto fue enterrado
Gerald Antonio Rosa Agustín. Su cadáver fue bañado de cerveza y sus compañeros de andanzas entonaban canciones de reguetón.
Fue despedido con múltiples malas palabras en medio de una masiva asistencia de jóvenes, muchos de los cuales con cerveza en mano y pistola al cinto.
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Muy distante de ahí, le tocó la sepultura a Yeuris Mercedes, conocido como Poca Luz. En su velatorio fueron colocadas varias pistolas encima de la caja, una botella de cerveza presidente y los presentes entonaron canciones callejeras y también afloraron las malas palabras.
La policía atribuye la muerte de estos tres jovencitos
a un individuo conocido Kellín Rodríguez, apodado El Monito y otro solo identificado como ‘Jorge’.
