Tras la muerte de dos niños guatemaltecos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) este mes, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, ha dicho este miércoles que habrá una evaluación “más exhaustiva” de todos los niños bajo el cuidado de CBP.
Nielsen asegura que ha solicitado asistencia del departamento de Defensa “para proporcionar profesionales médicos adicionales” y que, en el futuro, “todos los niños recibirán una evaluación más exhaustiva a la mayor brevedad posible, independientemente de que el adulto acompañante lo solicite”. “Viajaré a la frontera esta semana para ver de primera mano los exámenes médicos y las condiciones en las estaciones de la Patrulla Fronteriza”, añade.
Las autoridades fronterizas anunciaron este martes que se realizarán chequeos médicos a todos los niños migrantes bajo su custodia, con especial hincapié en los menores de diez años. Este miércoles han apuntado que se completaron exámenes de salud a casi todos los niños a su cuidado, aunque no dieron a conocer los resultados.
Nielsen culpa “a un sistema que impide que los padres, que traen a niños en un recorrido ilegal y peligroso, enfrenten las consecuencias de sus actos”. Esta apunta que los traficantes, contrabandistas y a los padres “ponen en riesgo (su vida) al embarcarse en el peligroso y difícil viaje hacia el norte” y dijo que los indocumentados, “especialmente los niños, cada vez presentan más problemas médicos y albergan enfermedades” causadas por la dureza del periplo.
La secretaria de Seguridad dijo que en el año fiscal 2018, que terminó en octubre, seis indocumentados murieron cuando estaban bajo custodia de la CBP, ninguno era menor, y que ha pasado más de una década para que se produjera la muerte de un menor en estas circunstancias.
El último menor fallecido ha sido identificado como Felipe Gómez Alonzo, de 8 años y origen guatemalteco, murió en Nochebuena mientras estaba bajo custodia de las autoridades migratorias de Estados Unidos en el hospital de Nuevo México. Registraba tos, vómitos y fiebre. Pasó una semana bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, mientras que el máximo permitido son 72 horas. Se está investigando la causa de la muerte, al igual que en el caso de la otra menor fallefida, Jakelin Caal, de 7 años, el pasado 8 de diciembre.