El subdirector del Hospital Robert Reid Cabral, Clemente Terrero, aseguró que además de veterinarios, en el Centro Antirrábico Nacional había doctores en medicinas para la colocación de vacunas a personas mordidas por perros y otros animales.
Indicó que se trataba de un equipo mixto de profesionales, expertos en el tratamiento de la rabia humana, que es producida por la mordedura de animales.
Terrero manifestó que al parecer se produjo un error en la estrategia de clausurar el Centro Antirrábico sin antes haber creado las condiciones para la descentralización de sus servicios.
“Fue prácticamente desmontado para descentralizar las acciones, sin embargo ha habido algunas fallas en términos de la implementación de la estrategia de trabajo”, indicó.
Dijo que debido a esa falla, surge el debata de si su cierre estuvo bien o mal.
“O si antes de desmontar el instituto debieron crearse las condiciones de si podrían seguir sin instituto”, indicó.
En cuanto a la salud del niño afectado por rabia humana, Clemente informó que se mantiene estable dentro de su estado de gravedad en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Robert Reid Cabral.
Por quinto día consecutivo, este menor oriundo de Pedernales permanece bajo un coma inducido y por el momento no ha presentado cambios de deterioro neurológico.