El obispo auxiliar de Los Ángeles, Alexander Salazar, presentó su renuncia al Vaticano, como sospechoso de “conducta indebida con un menor”, según comunicados publicados por la Iglesia, luego de que la dimisión sea aceptada por el papa Francisco.
Un comité que investigó esta acusación en California consideró que era “creíble”, subraya un comunicado de la arquidiócesis de Los Ángeles.
Salazar, nacido en Costa Rica pero criado en suelo estadounidense, fue investigado por la policía en el 2002, pero la fiscalía optó por no presentar cargos, según informó la arquidiócesis.
El actual arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, aclaró que se dio aviso a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina del Vaticano que maneja los casos de abuso sexual. Dicha oficina impuso medidas precautorias contra Salazar e investigaciones posteriores hallaron que la acusación era creíble.
Es el más reciente en una serie de casos de presunta conducta ilegal por parte de obispos que salen a la luz este año, luego del escándalo del excardenal Theodore McCarrick.
Ante la petición de una “mayor toma de conciencia” de los abusos y la necesidad de responder de manera más eficaz, Francisco ha convocado a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo los próximos 21 a 24 de febrero de 2019 en el Vaticano, una cumbre hasta ahora inédita. “La reunión de febrero no tiene precedentes y muestra que el papa Francisco ha hecho de la protección de los menores una prioridad fundamental para la Iglesia”, explicó en declaraciones a los medios el portavoz del Vaticano, Greg Burke.