Desde el Senado de la República de México se dio a conocer lo que será una incitativa para establecer penas más severas para los violadores y pederastas, la cual podría incluir la castración química ante el alza de violaciones a mujeres y menores de edad.
El senador por Puebla Alejandro Armenta llevó al Congreso de la Unión un tema que ha sido cuestionado en otras partes del mundo donde se ha implementado. Y aunque todavía no se ha presentado, la posibilidad que llegue al Pleno del Senado generó posiciones encontradas.
El legislador de Morena señaló que deben existir penas más severas, pues en 2018 México se colocó en primer lugar en abuso sexual, violencia y homicidio en menores. Además, en el país el feminicidio es una de las principales causas de muerte para mujeres.
De acuerdo con el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a octubre van más de 70 feminicidios de menores de edad, lo que significó un nuevo récord, pues es el año con mayor número de menores de edad asesinadas.
Asimismo existen diversas entidades que tienen activas alertas de género por el nivel de violencia que hay contra las mujeres. Sin embargo, la medida que se plantea ha sido catalogada por Amnistía Internacional como un tratamiento inhumano.
Pero… ¿qué es la castración química?
Según especialistas la castración química es un proceso que consiste en la administración de medicamentos “antiandrogénicos que anulan las funciones de las hormonas masculinas y, por tanto, también la conducta sexual del hombre”.
Relata que fue en septiembre de 1996, que California en Estados Unidos se convirtió en el primer estado en aprobar la castración química como requisito obligatorio para que algunos pederastas pudieran tener acceso a la libertad condicional.
La medida en algunos países se aplica para violadores reincidentes, que reciben dosis periódicas de Depo-Provera (progestina), asimismo se incluyen antidepresivosque tienen como efecto secundario la disfunción sexual, otras medicinas utilizadas son la ciproterona y la leuprorelina.
Al subir a tribuna y defender su iniciativa el diputado morenista afirmó que la actual legislación no resuelve el problema actual de manera frontal la pedofilia, además, que este constituye un tipo especial de violencia sexual cometida contra niñas, niños y adolescentes.
Con las modificaciones propuestas se incrementarían las penas:
– 8 a 10 años más de prisión cuando el acto fue cometido contra menores de cero a cinco años de edad e incapaces.
– 6 a 8 años de prisión si la víctima es mayor a seis años y menor 11 años.
Para el caso de los reincidentes se plantea un análisis de cada caso considerado por el juez, con el que los delincuentes serán sometidos a tratamiento psiquiátrico y medidas terapéuticas médicas como tratamiento de medicamentos para inhibir el deseo sexual como medida preventiva, es decir, castración química.
Casi a la par, en el Congreso de Durango el panista José Antonio Ochoa Rodríguezpropuso reformas al Código Penal estatal para sancionar de manera más severa el delito de pederastia donde se incluiría la castración química.
Según registros de El Siglo de Durango, luego de la propuesta, el diputado local del PRI, Esteban Villegas pidió analizar bien la situación de dicha iniciativa, pues el tratamiento médico que se pide “viola completamente los derechos humanos”.
Ante la situación, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) se pronunció en contra, pues no respaldarán iniciativas que denigren o atenten contra la dignidad de cualquier persona en Durango.
Luego de la iniciativa presentada los legisladores apuntaron que se debe discutir dicha propuesta “invitando a las autoridades competentes, especialistas y analizar la práctica en otros países y ver los resultados que se han tenido”.