Santiago. Las autoridades municipales empezaron a enfrentar la contaminación por los asentamientos de familias que construyen sus casas en las riberas de las principales cañadas y arroyos donde vierten basura y aguas pestilentes en el río Yaque del Norte.
Víctor Hugo Castellanos, director municipal de Medio Ambiente, informó que trabajan en un plan que busca llegar a las familias que están enclavadas en las riberas de esos afluentes, mediante charlas para concienciarlos sobre el daño que causan al lanzar a los afluentes desde plástico desechables hasta neumáticos.
Un amplio tramo del río Yaque, desde el sector La Otra Banda hasta Rafey, permanece arropado por la maleza y la basura que lanzan residentes. Castellanos refiere que como parte del plan municipal, de llegar hasta las comunidades, también comenzarán a aplicar sanciones contra los que se dedican a tirar los desperdicios a los afluentes.
En las cañadas de Nibaje, Arroyo Hondo, Gurabito, Gurabo, Pontezuela, se concentran el mayor número de viviendas, cuyas familias son responsables de los altos niveles de contaminación.
Igualmente, los canales de riego Ulises Francisco Espaillat y Monsieur Bogar se convierten en principales fuentes de acumulación de desperdicios de materiales plásticos, a pesar de la importancia que revisten sus aguas para los acueductos y para el reguío de las plantaciones agrícolas.
Recientemente, la dirección provincial de Medio Ambiente junto a instituciones que integran el Plan Yaque realizaron una jornada de siembra, limpieza y saneamiento de áreas ribereñas en diez puntos de la región Norte, incluido el río Yaque del Norte, como forma de reducir los niveles de contaminación en que se encuentra. La iniciativa se enmarcó dentro de la celebración del Día del río Yaque del Norte, consignado mediante decreto.