El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó este jueves al Reino Unido para una visita de cuatro días largamente buscada por el gobierno de Theresa May y que estará, sin embargo, marcada por las manifestaciones hostiles.
Trump llegó a Londres procedente de la cumbre de la OTAN de Bruselas y, aunque se alojará en Winfield House, la residencia del embajador de Estados Unidos cerca de Regent Park, en el centro de Londres, su programa evita la capital británica, donde se concentrarán las protestas.
Así, los encuentros con la primera ministra Theresa May y la reina Isabel II tendrán lugar en la mansión de Chequers y en el castillo de Windsor, respectivamente, ambos fuera de la capital.
El presidente y su esposa, Melania, asistirán a una cena de gala con empresarios en el palacio de Blenheim, una casa de campo cerca de Oxford en la que, en 1874, nació Winston Churchill, primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial.
Trump y May ofrecerán una conferencia de prensa el viernes y el domingo el presidente estadounidense viajará a Helsinki para reunirse el lunes con el presidente ruso, Vladimir Putin.
– Londres se aferra a “la relación especial” –
El gobierno británico está ansioso por demostrar que hay vida más allá de la Unión Europea y que la famosa “relación especial” con Estados Unidos podría traducirse en ambiciosos acuerdos comerciales, un anhelo que coincide con la presencia en la Casa Blanca de un presidente estadounidense proteccionista.
“Cuando dejemos la Unión Europea empezaremos a trazar una nueva dirección para el Reino Unido en el mundo, y nuestras alianzas mundiales serán más fuertes que nunca”, dijo May sobre el viaje.
“No hay alianza más fuerte que nuestra relación especial con Estados Unidos y no habrá alianza más importante en los próximos años”, añadió.
El embajador estadounidense en Londres, Woody Johnson, dijo que el acuerdo comercial será “una prioridad mayor” para Trump cuando se produzca el Brexit, en marzo de 2019.
Trump no se muerde la lengua y ya ha protagonizado varios desaires a May.
Así, el embajador Woody Johnson tuvo que salir al paso el miércoles de la afirmación de Trump de que el Reino Unido vive “en plena tormenta” tras la dimisión de dos pesos pesados del ejecutivo en desacuerdo sobre el Brexit.
“Hay siempre tormentas en todos los países, pero no, no, pienso que el Reino Unido actúa de la misma manera que siempre lo hizo”, declaró el diplomático, interrogado por la BBC.
“Es un país muy seguro de sí mismo, un país muy capaz. Confiamos plenamente en la capacidad de Reino Unido en resolver el problema del Brexit y pasar a otra cosa”, añadió, y saludó la “extraordinaria relación” que une a Londres y Washington.
– Un globo de Trump en pañales –
Según un sondeo del instituto YouGov publicado el jueves, el 77% de los británicos tiene una opinión desfavorable de Trump, el 74% lo considera un sexista y el 63% un racista.
Casi la mitad de las 1.648 personas encuestadas estima que la reina no debería recibirle.
Un globo gigante representando a Donald Trump como un bebé en pañales flotará en el cielo de Londres durante la visita del presidente estadounidense la semana que viene, después de que el alcalde, Sadiq Khan, que ha protagonizado varios enfrentamientos en las redes sociales con el mandatario, diese su permiso.
En un artículo publicado en el Evening Standard, Khan escribió que la relación especial “también significa expresarse cuando pensamos que una parte no está a la altura de los valores que tanto apreciamos”.
“Como muchos londinenses, siento que esta es una de estas ocasiones”, sentenció.
El globo de seis metros de largo de Trump en pañales estará ubicado a 30 metros de altura cerca del Parlamento, entre las 09H30 y las 11H30 (08H30-10H30 GMT) del viernes.
Este día por la tarde habrá una gran manifestación en Londres bajo el lema “Unidos contra Trump”, además de numerosos actos aquí y allá.
“Organizaremos una gran manifestación nacional contra su política sexista, racista, bélica, de odio y de negación del cambio climático”, dijeron los convocantes de la gran protesta.