Tiene un pie en Oriente y otro en Occidente, es ultramoderno, seguro y, para algunos, un poco aburrido. Singapur era una elección fiable para la histórica cumbre entre los impredecibles líderes de Estados Unidos y Corea del Norte.
El presidente estadounidense, Donald Trump, indicó este jueves que el encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong Un, tendría lugar en Singapur el 12 de junio. Una información confirmada por el ministerio de Relaciones Exteriores singapurense.
“¡Trataremos de que sea un momento especial para la paz mundial!”, tuiteó Trump.
El anuncio del presidente estadounidense llegó un día después de la segunda visita de su secretario de Estado, Mike Pompeo, a Pyongyang en las últimas semanas.
Singapur, un importante centro financiero del sudeste asiático, tenía varias ventajas para ser el lugar elegido: su neutralidad, sus garantías respecto a la seguridad y un largo historial como anfitrión de cumbres internacionales, señalaron varios analistas.
La ciudad-Estado se considera como uno de los lugares más seguros de Asia. Aplica fuertes restricciones al ejercicio de la prensa y controla estrechamente las reuniones públicas, dando lugar a un entorno del gusto de los norcoreanos.
El presidente chino Xi Jinping (segundo por la derecha) y su mujer Peng Liyuan (derecha) reciben al líder norcoreano, Kim Jong Un (segundo por la izquierda) y su esposa, Ri Sol Ju, en Pekín, en el mes de marzo, según esta foto difundida por la televisión china CCTV.
Se trata además de uno de los pocos Estados que mantienen buenos vínculos diplomáticos con Washington y Pyongyang.
El gobierno singapurense considera Estados Unidos como un aliado cercano, y Corea del Norte tiene una embajada en la ciudad-Estado.
Corea del Norte y Singapur mantienen una larga historia de cooperación –el primer despacho de abogados y el primer restaurante de comidas rápidas instaladas en Pyongyang fueron abiertos por singapurenses–, aunque su relación empeoró el año pasado cuando el país insular aplicó las nuevas sanciones comerciales de la ONU contra el régimen norcoreano.
Singapur también es una elección aceptable para China, el principal aliado de Corea del Norte, que ejerce una gran influencia sobre Pyongyang a pesar de que no participará en el encuentro del próximo mes.
“Como es un país neutral y objetivo, con unos principios coherentes y admirados en materia de política extranjera, así como un pequeño Estado con ninguna intención ni capacidad de dañar a otros Estados y sus intereses, Singapur cumple con los requisitos”, asegura Lim Tai Wei, investigador adjunto en el Instituto de Asia Oriental de la Universidad Nacional de Singapur.