ONU.- El Papa Francisco advirtió este viernes que “ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente para pasar por encima de los derechos de los demás o sus agrupaciones sociales”.
Al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de la iglesia católica dijo que los organismos financieros internacionales “han de velar por el desarrollo sostenido de los países y la no sumisión financiera asfixiante a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, sometan a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza y dependencia”.
Allí defendió “el derecho para la educación para las niñas excluidas en algunas partes”, así como el derecho al techo propio, trabajo digno y tierra de las familias. Asimismo, defendió el derecho a la vida “en todas sus etapas y dimensiones” y la protección de la biodiversidad que vulnerada, puede poner en peligro la existencia misma de la vida humana sobre la tierra, tras condenar el “derroche de la creación”.
Francisco también la emprendió contra la exclusión social, la trata de personas, toda forma de esclavitud y la prostitución, tráfico de drogas y de órganos humanos, y el terrorismo.
“La guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión contra el medio ambiente, por lo que llamó a acabar con este fenómeno entre los pueblos y abogó por el imperio del derecho.
Criticó la existencia de muchos falsos derechos presentes en el panorama mundial ante grandes sectores indefensos, víctimas de un mal ejercicio del poder.
SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
En relación al tema medioambiental, el sumo pontífice sentenció que “Cualquier daño al ambiente es un daño a la humanidad porque cada criatura tiene un valor en sí mismo” y que los individuos no están autorizados a destruir el ambiente.
Denunció que los más pobres son los que más sufren los atentados contra el medioambiente y las consecuencias de este abuso, “obligados a vivir del descarte”.
“Lo dramático de toda esta situación de exclusión e inequidad (…) me lleva a tomar conciencia de esta situación”, dijo Francisco, por lo cual alzó su voz y mostró su esperanza para que la agenda para el 2030 y la Conferencia de Paris contribuyan en la solución de los problemas que fomentan “la cultura del descarte”.
LOS MALES DE LA GUERRA
Llamó la atención sobre los que sufren la cruda realidad de huir de las zonas de guerra o pagar el precio con sus propias vidas. “Seres humanos que se convierten en material de descarte”.
En ese escenario llamó la atención sobre la dolorosa situación del Medio Oriente que ha generado cientos de miles de refugiados.
Asimismo, el papa Francisco reconoció a los fallecidos en las labores humanitarias de paz y conciliación en los últimos 70 años.
Tomado de: CDN.com